Riviera Nayarit: Paraísos secretos y aventuras en una de las joyas del Pacífico mexicano

Con más de 300 kilómetros de costa virgen, Riviera Nayarit se consolida como uno de los destinos de sol y playa más versátiles y espectaculares de México. Este corredor turístico, que se extiende a lo largo del Pacífico desde Nuevo Vallarta hasta San Blas, no solo brilla por sus resorts de lujo y playas icónicas, sino también por escondites naturales que invitan a la desconexión y la aventura, ideales para quienes buscan experiencias únicas y conscientes.

23 microdestinos para elegir

Riviera Nayarit está conformada por 23 microdestinos, desde pueblos mágicos a la orilla del mar, como Sayulita o San Pancho, hasta santuarios ecológicos y playas solitarias ideales para desconectar del ruido y reconectar con la naturaleza. Entre estos lugares, dos rincones destacan por su belleza casi intacta: Punta Monterrey y Playa La Lancha, ambos ubicados en el municipio de Bahía de Banderas.

Punta Monterrey: un refugio rústico en la costa

Si lo tuyo es el aislamiento, el sonido de las olas y el contacto puro con la naturaleza, Punta Monterrey es para ti. Esta playa virgen se encuentra a varios kilómetros de cualquier zona urbana, a los que se accede por un camino sin pavimentar que, lejos de ser un obstáculo, es la antesala a un paisaje que recompensa con creces el esfuerzo.

Con un oleaje suave, ideal para nadar o surfear de manera relajada, esta playa es también ejemplo de turismo responsable. No se permite acampar ni dejar basura, y los locales vigilan con celo que se conserve el entorno. Para quienes desean hospedarse cerca, existe el hotel Punta Monterrey, una joya escondida con solo 12 habitaciones y capacidad máxima para 35 personas. Ofrece bungalows ecológicos, servicio de spa, yoga y salón de eventos, en un ambiente íntimo y armonioso.

Playa La Lancha: surf, naturaleza y serenidad

A tan solo unos minutos de caminata por un sendero selvático desde Valle de Banderas, se encuentra Playa La Lancha, otra joya del Pacífico. Es conocida por sus olas constantes, lo que la convierte en un punto clave para el surf en la región, tanto para principiantes como para surfistas experimentados. Además, es un lugar perfecto para nadar y disfrutar de la arena suave sin aglomeraciones.

Al ser un área sin edificaciones, el visitante debe llevar lo necesario: agua, protector solar, toallas y algún bocadillo. Muchas agencias locales ofrecen paquetes para clases de surf o renta de equipo, lo que ha contribuido a posicionar esta playa entre los viajeros más aventureros. Por sus características, solo se puede acceder en ciertas zonas durante la marea baja, por lo que se recomienda informarse antes de visitarla.

Para los que buscan adrenalina

Riviera Nayarit no es solo mar. Entre la selva y la montaña se esconden centros de aventura y ecoturismo que enriquecen la experiencia del viajero con propuestas sostenibles:

  • Ojo de Cielo (San Blas): este centro ecológico combina tirolesas, senderismo, salto de cascadas y puentes colgantes. Su filosofía promueve la educación ambiental y el respeto por la flora y fauna locales.
  • La Montaña Parque Natural: ubicada en una Unidad de Manejo Ambiental (UMA), esta reserva ofrece senderos exigentes, manantiales, avistamiento de aves y estrellas, así como talleres para aprender más sobre conservación.
  • Rancho Mi Chaparrita: en el corazón de la región, este rancho ecoturístico es perfecto para pasar un día lleno de actividades. Ofrece canopy, pesca deportiva, paseos en cuatrimoto o a caballo, paddle y mucho más.

Un destino que abraza la naturaleza

Lo que distingue a Riviera Nayarit de otros destinos de playa es su capacidad para equilibrar el lujo con lo rústico, lo comercial con lo virgen, y lo masivo con lo íntimo. La región ha apostado en los últimos años por promover el turismo sostenible, protegiendo su riqueza natural y sus tradiciones.

Desde los surfistas que buscan la ola perfecta en La Lancha, hasta los viajeros que se refugian en el silencio de Punta Monterrey o los exploradores que cruzan la selva para llegar a un manantial escondido, Riviera Nayarit ofrece algo para todos. Todo ello, bajo un enfoque que privilegia la conservación, la conexión con el entorno y el respeto por las comunidades locales.

Así, quienes visitan este paraíso del Pacífico no solo se llevan una experiencia inolvidable, sino que también se convierten en aliados de un modelo turístico que busca dejar huella en el alma, no en el ambiente.

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