Meghan Markle debuta en París y ocupa un lugar en el front row de Balenciaga

En una de las sorpresas más comentadas de la temporada de moda, Meghan Markle hizo su primera aparición oficial en la Semana de la Moda de París al asistir como invitada de honor al desfile de Balenciaga, marcando su regreso público al circuito fashionista europeo tras varios años de ausencia.

Aunque no se había anunciado con antelación, Markle se sentó en el front row para apoyar a Pierpaolo Piccioli, quien asumió recientemente la dirección creativa de la casa Balenciaga.
Su presencia no pasó desapercibida: el debut coincidió con el lanzamiento de la colección Spring/Summer 2026 bajo el nuevo liderazgo de Piccioli, lo que añade un simbolismo especial a su aparición.

Un look en blanco para una entrada discreta pero poderosa

Para la ocasión, Meghan optó por un conjunto total white diseñado por la misma casa, integrado por una capa, camisa de seda y pantalones a juego, acompañados de stilettos negros y clutch.
El conjunto se complementó con un moño bajo impecable y maquillaje sobrio, eligiendo una estética minimalista que le permitió mantener protagonismo sin excesos.

Más tarde esa misma noche, Meghan cambió su look por uno más oscuro para asistir a la cena posterior al desfile, optando por un vestido negro con detalles capeados que evocaba la misma silueta elegante de su conjunto inaugural.

Contexto del debut y significado

Este momento representa su primer desfile en París Fashion Week, un paso meditado en su retorno al mundo del estilo y las apariciones en eventos de moda internacionales.
Con ello, Meghan reafirma su vínculo con Piccioli: ha usado sus diseños en ocasiones públicas anteriores y manifiesta su admiración por su estilo moderno y sobrio.

Para muchos medios, su aparición fue una declaración simbólica: un respaldo discreto pero visible al nuevo rumbo de Balenciaga bajo Piccioli, y una señal de que su presencia en moda de alto perfil sigue vigente.

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