La Basílica de San Pedro recibió a más de 250,000 personas antes del funeral de Estado que marcará la historia de 2025.
Con solemnidad y recogimiento, el Vaticano cerró este viernes la capilla ardiente del Papa Francisco en la Basílica de San Pedro, tras tres días de visitas públicas que reunieron a más de 250,000 fieles y visitantes de todo el mundo. La ceremonia privada de sellado del féretro marcó el final de un emotivo homenaje que quedará en la memoria colectiva.
Horas antes, un desfile de jefes de Estado y dignatarios internacionales rindió su tributo personal al Santo Pontífice. Entre ellos, el presidente de Francia, Emmanuel Macron; el mandatario de Lituania, Gitanas Nausėda; y el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán. Representantes de 146 naciones y 10 organizaciones internacionales se preparan para asistir al funeral de Estado que se celebrará este sábado en Roma, en uno de los eventos diplomáticos y religiosos más importantes del año.
La seguridad, como corresponde a la magnitud del acontecimiento, se ha reforzado con un impresionante despliegue: más de 2,000 agentes de policía, controles especiales en toda la ciudad y el patrullaje aéreo de aviones de combate italianos. Italia y el Vaticano se convierten, una vez más, en el epicentro espiritual y político del mundo.
El funeral del Papa Francisco, una figura emblemática de los tiempos contemporáneos, será transmitido en directo por los principales medios internacionales, en una ceremonia que no solo rendirá homenaje a su legado, sino que también servirá como escenario de relevantes encuentros diplomáticos en el corazón mismo de la Santa Sede.
La despedida de Francisco no es solo un acto litúrgico; es también un testimonio de su impacto global, uniendo en oración y reflexión a líderes, pueblos y culturas de todos los rincones del mundo.