Altares monumentales, festivales, gastronomía ancestral y expresiones artísticas convierten al estado en un referente nacional e internacional del turismo cultural, bajo la promoción del Consejo de Promoción Turística de Quintana Roo (CPTQ).
En el corazón del Caribe Mexicano, el Día de Muertos 2025 se vive como una experiencia que trasciende lo espiritual para convertirse en una celebración cultural y turística sin precedentes. Este año, Quintana Roo se consolida como uno de los principales destinos del país para disfrutar de esta emblemática tradición mexicana, ofreciendo un mosaico de actividades que unen arte, gastronomía, historia y memoria colectiva.
Bajo la coordinación del Consejo de Promoción Turística de Quintana Roo (CPTQ) y con el respaldo del gobierno estatal, los 13 destinos del Caribe Mexicano entre ellos Cancún, Playa del Carmen, Cozumel, Tulum, Bacalar y Chetumal han preparado una programación especial que busca honrar las raíces mayas y mexicanas, fortaleciendo la conexión entre la cultura y el turismo.
“El Día de Muertos no solo es una celebración espiritual, sino también una oportunidad para compartir con el mundo el alma viva de Quintana Roo: su gente, su historia y su diversidad cultural. Queremos que cada visitante viva una experiencia auténtica que combine tradición, naturaleza y hospitalidad”, destacó el CPTQ en un comunicado.
Durante esta temporada, se espera una ocupación hotelera superior al 85 por ciento, con la llegada de más de 250 mil visitantes nacionales y extranjeros que buscan sumergirse en la riqueza simbólica de una de las festividades más importantes de México, reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Entre las actividades más destacadas de esta edición se encuentra el Festival de Tradiciones de Vida y Muerte de Xcaret, en el municipio de Solidaridad, uno de los eventos culturales más importantes del país. Este festival combina música, teatro, danza, exposiciones y talleres en honor a los fieles difuntos, con la participación de comunidades indígenas y artistas de diversas disciplinas.
En Cancún, el Festival del Janal Pixán, celebrado en Puerto Juárez y en la zona fundacional, ofrece una experiencia que mezcla lo ancestral con lo contemporáneo. Procesiones marítimas, altares flotantes y muestras gastronómicas enmarcan un homenaje que mantiene viva la esencia maya de la región.
Por su parte, en Cozumel, los visitantes pueden disfrutar del Festival de las Ánimas, una celebración que une el misticismo del Caribe con la devoción popular. Las calles se llenan de colores, flores y música, mientras las familias montan altares tradicionales adornados con fotografías, velas y alimentos típicos como el mucbilpollo, el pan de muerto y el atole de maíz nuevo.
El CPTQ ha impulsado una estrategia de promoción cultural para dar mayor visibilidad internacional a estas expresiones, integrándolas dentro de la marca “Caribe Mexicano”, con el objetivo de diversificar la oferta turística más allá del sol y la playa, destacando el patrimonio inmaterial y la espiritualidad que caracteriza al pueblo quintanarroense.
“El turismo cultural es una oportunidad para mostrar la esencia de nuestros destinos, generar desarrollo económico y fortalecer el sentido de identidad. En el Caribe Mexicano, el Día de Muertos es una experiencia que emociona, conecta y transforma a quien la vive”, señaló Andrés Reynoso, director del CPTQ.
Además de los festivales, varios hoteles, museos y centros culturales han diseñado experiencias inmersivas para los visitantes, como cenas temáticas, recorridos nocturnos, exposiciones fotográficas y talleres de arte popular. En Playa del Carmen, por ejemplo, el Paseo de las Ánimas se ha convertido en un atractivo imperdible, con desfiles de catrinas, música en vivo y altares monumentales que llenan de luz la Quinta Avenida.
En el sur del estado, Bacalar y Chetumal ofrecen una perspectiva más íntima y tradicional de la festividad, con recorridos guiados por comunidades mayas donde los turistas pueden aprender sobre los rituales del Hanal Pixán, conocer antiguos cementerios rurales y degustar platillos típicos preparados especialmente para las almas que regresan.
El turismo en esta temporada ha generado una derrama económica estimada de más de 400 millones de pesos, beneficiando directamente a hoteleros, artesanos, cocineras tradicionales, artistas y guías comunitarios.
El CPTQ ha trabajado de la mano con la Secretaría de Turismo estatal (Sedetur), autoridades municipales y el sector privado para garantizar una oferta cultural diversa, sostenible y segura, que permita a los visitantes disfrutar del Día de Muertos desde una perspectiva respetuosa y significativa.
La gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama Espinosa, ha subrayado que estas celebraciones son un ejemplo de cómo el turismo puede fortalecer el tejido social y promover la inclusión cultural:
“El Día de Muertos en Quintana Roo no es solo un atractivo turístico; es una oportunidad para compartir con el mundo nuestra historia, nuestras raíces y nuestra visión de la vida. Es un homenaje a quienes ya no están, pero también una celebración de lo que somos como pueblo”.
Las aerolíneas y operadores turísticos han reportado un incremento en la demanda de vuelos hacia el Caribe Mexicano durante la última semana de octubre y los primeros días de noviembre, lo que confirma el creciente interés por el turismo cultural y el valor simbólico que representa esta tradición mexicana a nivel global.
De norte a sur, Quintana Roo se viste de cempasúchil, copal y memoria, ofreciendo una experiencia única que combina espiritualidad y hospitalidad. Cada altar, cada danza y cada plato típico se convierten en una invitación a recordar que, en el Caribe Mexicano, la vida y la muerte conviven en armonía bajo el mismo cielo azul turquesa.
Así, el Día de Muertos 2025 no solo se celebra en Quintana Roo: se vive, se siente y se comparte con el mundo como un testimonio de amor, tradición y turismo con identidad.
