El turismo nacional e internacional llenó los hoteles y comercios del destino durante el fin de semana largo, consolidando a Tulum como uno de los puntos más vibrantes del Caribe Mexicano en esta temporada festiva.
Las tradiciones y el turismo se dieron la mano en Tulum, donde las celebraciones del Janal Pixán la ancestral festividad maya para honrar a los fieles difuntos y las actividades de Halloween dejaron una derrama económica positiva y un repunte en la ocupación hotelera, según reportes del sector turístico local.
De acuerdo con Antonio Paparela, propietario del Hotel Kukulcán, el flujo de visitantes se hizo evidente desde el jueves por la noche, alcanzando su punto máximo durante el fin de semana largo y manteniéndose hasta el lunes por la tarde.
“El movimiento fue notorio. Llegaron muchos visitantes tanto de otras partes de México como del extranjero. Pasamos de 50 a 80 por ciento de ocupación en nuestras habitaciones”, explicó el empresario, quien destacó que la combinación de las festividades y el clima favorable generó un ambiente ideal para el turismo.
El repunte confirma la fortaleza del destino como uno de los principales polos turísticos del Caribe Mexicano, capaz de atraer tanto a viajeros interesados en la cultura y las tradiciones locales, como a aquellos que buscan experiencias de entretenimiento, naturaleza y bienestar.
Durante los días de celebración, Tulum se llenó de colores, música y actividades culturales, con altares dedicados al Janal Pixán en espacios públicos, exposiciones de arte urbano, recorridos gastronómicos, desfiles de catrinas y fiestas temáticas que integraron las costumbres mayas con la influencia internacional del Halloween.
El Consejo de Promoción Turística de Quintana Roo (CPTQ) destacó el dinamismo del destino y señaló que eventos como estos son un ejemplo de cómo la cultura y el turismo pueden convivir armónicamente, generando beneficios económicos y sociales para la comunidad.
“El Caribe Mexicano ofrece mucho más que playas. Estas festividades muestran la riqueza cultural y la hospitalidad de nuestra gente, elementos que fortalecen el atractivo de Tulum ante el turismo nacional e internacional”, expresó el CPTQ en un comunicado.
La afluencia de visitantes se reflejó también en los restaurantes, tiendas de artesanías y tours locales, que reportaron un incremento significativo en la demanda. Los operadores turísticos que ofrecen recorridos a sitios arqueológicos, cenotes y reservas naturales informaron que sus servicios alcanzaron niveles de ocupación superiores al 90%, impulsados por el interés de los visitantes en conectar con la naturaleza y las tradiciones del lugar.
El Janal Pixán, una de las festividades más importantes del calendario cultural maya, celebra la vida y la memoria de los seres queridos a través de ofrendas, flores, velas y platillos tradicionales. En Tulum, esta conmemoración se ha consolidado como un atractivo turístico de gran valor, al ofrecer una experiencia auténtica que permite a los visitantes conocer las raíces del pueblo maya y participar en rituales que mezclan espiritualidad y arte.
“El turismo cultural es una herramienta poderosa para diversificar la economía local. Cada visitante que llega a vivir el Janal Pixán contribuye a preservar nuestras tradiciones y a generar ingresos para los artesanos, músicos y cocineros que forman parte de esta celebración”, agregó un representante del sector hotelero.
El incremento en la ocupación hotelera también fue impulsado por la coincidencia con el fin de semana largo, lo que favoreció la llegada de turistas nacionales desde Ciudad de México, Guadalajara, Puebla y Monterrey, así como de viajeros provenientes de Estados Unidos, Canadá, Francia y Alemania.
El CPTQ subrayó que el flujo turístico registrado en Tulum forma parte de una tendencia positiva en todo el Caribe Mexicano, donde los destinos han reportado un aumento sostenido en su ocupación promedio gracias a la promoción internacional y a la consolidación de nuevos segmentos turísticos como el de bienestar, naturaleza y experiencias culturales.
A nivel estatal, las cifras preliminares apuntan a que Quintana Roo superó el 80% de ocupación hotelera durante el puente festivo, con más de 700 mil visitantes distribuidos entre Cancún, Riviera Maya, Cozumel, Isla Mujeres y Tulum, lo que representa un incremento del 5% respecto al mismo periodo del año pasado.
En el caso de Tulum, el éxito de las celebraciones reafirma su papel como un destino en expansión que combina belleza natural, patrimonio cultural y creatividad contemporánea. El arte urbano, la gastronomía local y los eventos comunitarios han fortalecido la identidad del municipio como un punto de encuentro entre tradición y modernidad.
“La clave está en mantener el equilibrio: ofrecer experiencias innovadoras sin perder la esencia cultural que hace único a Tulum”, subrayó el empresario Antonio Paparela.
El balance positivo del fin de semana no solo se mide en términos económicos, sino también en la proyección cultural del destino. La participación de artistas, colectivos y comunidades locales en la organización del Janal Pixán refuerza el sentido de pertenencia y el orgullo identitario, elementos esenciales para la sostenibilidad del turismo a largo plazo.
Con estas cifras, Tulum cierra el mes de octubre con un impulso significativo en su actividad turística y se consolida como un referente cultural del Caribe Mexicano, capaz de atraer visitantes de todo el mundo con propuestas que combinan espiritualidad, arte y hospitalidad.
Las luces, los altares y los aromas del copal ya se apagan poco a poco, pero el impacto de estas festividades continúa iluminando el futuro del turismo en Tulum: un destino donde la tradición se transforma en motor de desarrollo y orgullo comunitario.
