Jenna Ortega deslumbra en la pasarela de Givenchy SS26

La actriz estadounidense Jenna Ortega, una de las figuras más influyentes de la nueva generación de Hollywood, volvió a conquistar la escena internacional al presentarse en la pasarela de Givenchy Spring/Summer 2026, bajo la dirección creativa de Sarah Burton, en el marco de la Paris Fashion Week.

Con un vestido rojo translúcido, de silueta etérea y detalles en encaje que equilibraban la audacia y la sofisticación, Ortega se convirtió en el centro absoluto de atención. Su aparición marcó uno de los momentos más comentados del desfile, en un evento que reunió a celebridades, editores de moda y referentes del diseño contemporáneo.

El regreso de Givenchy bajo la mirada de Sarah Burton

Esta colección representó una nueva etapa para la histórica maison francesa. Tras su paso por Alexander McQueen, Sarah Burton asumió la dirección creativa de Givenchy con una propuesta que fusiona la elegancia estructurada con la feminidad moderna. Su debut en la firma parisina estuvo cargado de simbolismo: un homenaje al legado de Hubert de Givenchy reinterpretado con sensibilidad, fuerza y un sentido renovado de la sensualidad.

En ese contexto, la presencia de Jenna Ortega no fue casual. Con apenas 23 años, la actriz de Wednesday encarna a la perfección la nueva visión de la marca: una mujer joven, poderosa, con una belleza enigmática y una actitud que combina misticismo y rebeldía.

Un vestido que habla el lenguaje de la seducción

El vestido rojo con transparencias elegido por Burton para Ortega reflejaba la esencia misma de la colección: una narrativa entre lo romántico y lo provocador. La pieza presentaba un corpiño ceñido en tul bordado, una falda fluida con movimiento casi líquido y un sutil juego de capas que dejaba entrever la silueta con elegancia.

El tono rojo intenso, símbolo de pasión y empoderamiento, contrastó con la piel clara de la actriz, creando un efecto visual hipnótico que acaparó flashes y miradas. Los accesorios fueron mínimos unas sandalias de tiras finas en charol y pendientes dorados geométricos, apostando por la máxima del less is more que caracteriza al estilo francés.

Su maquillaje destacó por un delineado definido y labios en tono borgoña suave, mientras que el peinado, un recogido pulido con raya al medio, aportó sobriedad y modernidad al conjunto.

Moda con narrativa: la evolución de Jenna Ortega

Lejos de ser solo una actriz de éxito, Jenna Ortega se ha consolidado como un ícono de estilo global, con una estética que fusiona el gótico elegante y el minimalismo moderno. Su presencia constante en los desfiles de firmas de lujo como Saint Laurent, Dior y Valentino confirma su estatus como musa de la nueva generación.

Con esta aparición para Givenchy, Ortega reafirma su versatilidad: del dramatismo oscuro de sus looks de alfombra roja a la feminidad poderosa que defendió sobre la pasarela parisina. Su participación simboliza también un cambio en el paradigma de las celebridades en la moda, donde la autenticidad y la narrativa personal pesan más que la simple fama.

El impacto en redes y en la industria

Apenas minutos después de su aparición, las redes sociales se inundaron de fotografías y comentarios sobre su look. En X (antes Twitter) y TikTok, los hashtags #JennaOrtega, #GivenchySS26 y #ParisFashionWeek acumularon millones de visualizaciones en pocas horas.

El crítico de moda Olivier Saillard señaló que “Sarah Burton ha encontrado en Jenna una embajadora perfecta para expresar la dualidad de Givenchy: inocencia y poder, tradición y vanguardia”.

París, epicentro de una nueva era del lujo

El desfile, realizado en el histórico Jardin des Tuileries, reunió a invitados de alto perfil como Rosalía, Zendaya, Timothée Chalamet y la modelo Kaia Gerber, en un montaje que mezcló arquitectura clásica con una iluminación minimalista de tonos ámbar.

La propuesta general de Burton para Givenchy SS26 se basó en tejidos livianos, cortes asimétricos y una reinterpretación de los clásicos trajes de noche, apostando por un lujo táctil, emocional y profundamente humano.

La participación de Jenna Ortega funcionó como una metáfora visual de ese concepto: una mujer fuerte, moderna, consciente de su imagen y capaz de transmitir profundidad a través del estilo.

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