La transacción inmobiliaria más grande en la historia del Caribe ya tiene protagonistas: Rodina Capital y KSL Capital Partners, quienes sellaron una operación por 2,000 millones de dólares para adquirir 15 hoteles propiedad de Playa Resorts, que habían sido recientemente comprados por Hyatt. Esta compra marca un nuevo capítulo en la estrategia de expansión y posicionamiento de marcas de alta gama en el turismo de sol y playa del hemisferio occidental.
La operación lleva el sello del poder financiero del family office mexicano Rodina, liderado por los hermanos Andrés y Felipe Chico Hernández, hijos del magnate Fernando Chico Pardo, dueño del Aeropuerto Internacional de Cancún a través del Grupo Asur. La familia Chico, que ya ha incursionado con éxito en hoteles de lujo en México y España, suma ahora un portafolio clave para dominar el mercado hotelero premium del Caribe.
Un movimiento maestro: Hyatt se vuelve asset-light
Esta venta forma parte de la estrategia “asset-light” de Hyatt, mediante la cual se deshace de la propiedad de los inmuebles pero asegura su operación a largo plazo. De los 15 hoteles vendidos, 13 seguirán siendo gestionados por Hyatt durante los próximos 50 años, consolidando su presencia operativa mientras libera capital para nuevas adquisiciones o desarrollos.
Entre las propiedades vendidas figuran antiguos hoteles de cadenas como Hilton y Wyndham, los cuales han sido rebrandizados bajo las marcas de Hyatt, incluyendo Hyatt Ziva, Zilara, Dreams, Secrets, Sunscape y Vivid. Algunos ejemplos destacados:
- Hilton Playa del Carmen (524 habitaciones) → Península Hyatt Vivid Playa del Carmen
- Hilton Rose Hall, Montego Bay (495 habitaciones) → Dreams
- Hilton La Romana (356 habitaciones) → Secrets
- Wyndham Alltra Cancún (458 habitaciones) → Península Sunscape
- Jewel Grande, Montego Bay (88 habitaciones) → Mantiene su nombre bajo Hyatt
Este cambio de marca representa también una reconfiguración del mapa competitivo en el Caribe, con Hilton perdiendo cuatro de sus propiedades clave en favor de Hyatt.
Rodina y KSL: Alianza de alto vuelo
Rodina Capital, además de ser un fondo de inversión con gran respaldo familiar, ya había participado en operaciones hoteleras de alto perfil. Entre sus propiedades figuran el Viceroy Los Cabos, el Four Seasons de Mallorca, el Hotel Bless y el Villa Magna en Madrid. Con esta nueva adquisición, Rodina se posiciona como uno de los principales jugadores latinoamericanos en el sector hotelero global.
Por su parte, KSL Capital Partners, con sede en Denver, ha realizado más de 100 operaciones por 15 mil millones de dólares desde 2005, especializándose en hoteles, resorts y activos turísticos de lujo.
Ambos fondos operan ahora como socios en Tortuga Resorts, la joint venture que lideró esta histórica compra y que se perfila como un nuevo gigante en el mercado caribeño.
Un cambio de tablero en el turismo del Caribe
Esta operación no solo representa una enorme inversión en ladrillos y marcas, sino que también reconfigura la gestión hotelera de toda la región del Caribe. Al asegurar contratos de gestión por décadas y rebrandizar propiedades clave, Hyatt consolida una de las carteras más atractivas del turismo de sol y playa. Mientras tanto, Rodina y KSL se quedan con los activos tangibles en una jugada financiera y operativa de alto calibre.
Con el Aeropuerto de Cancún como eje de conectividad, el Caribe Mexicano y otros destinos como República Dominicana y Jamaica se benefician de una inversión que apunta a elevar la experiencia turística y posicionarse ante el crecimiento global de la demanda por resorts todo incluido de alta gama.
Este acuerdo también marca un precedente en la forma en que los fondos de inversión están redefiniendo la propiedad y operación hotelera en los destinos más codiciados del mundo. Todo indica que el negocio del turismo de lujo no solo está en auge, sino que es hoy, más que nunca, terreno de jugadores con visión de largo plazo y billeteras profundas.