Colima se prepara para un espectáculo gratuito frente al Pacífico donde los papalotes iluminan el cielo, la gastronomía conquista el paladar y la playa se transforma en una fiesta al atardecer
En la costa del Pacífico mexicano, donde el mar acaricia la arena con ritmos pausados y el horizonte se pinta de fuego al caer el sol, Manzanillo se convierte por tercer año consecutivo en el escenario de una celebración única: el Festival Costero del Papalote. Un evento gratuito, familiar y profundamente visual que conjuga tradición, arte y cultura frente a uno de los paisajes más entrañables de Colima.
El sábado 24 y domingo 25 de mayo de 2025, la cita será en una sola sede: la extensa y animada Playa Azul, que se extiende a lo largo del malecón de Manzanillo. A diferencia de ediciones anteriores, que incluyeron múltiples playas como Bahía de Santiago, Playa Miramar y Cuyutlán, este año la experiencia se concentrará en un solo espacio para ofrecer una puesta en escena más integrada, segura y memorable para los asistentes.
El espectáculo principal del festival es el vuelo de papalotes artesanales, una tradición que, aunque simple en apariencia, requiere de maestría, creatividad y conexión con el entorno natural. Desde las 5:00 p.m. y hasta las 11:00 p.m., el cielo se llenará de formas coloridas, estructuras ligeras y luces neón que brillan intensamente con el anochecer. Muchos de estos cometas son creados por artistas y familias locales que, con materiales tradicionales, dan vida a figuras que van desde lo abstracto hasta lo fantástico.
Pero el festival es mucho más que un desfile de colores en el aire. A pie de playa, la atmósfera se convierte en una fiesta cultural y gastronómica donde conviven los sabores del mar, la música en vivo y las risas de los más pequeños. Una zona infantil con juegos inflables y brincolines está disponible para que los niños disfruten mientras los adultos se entregan a la música y el buen comer.
El escenario musical se llena de ritmos versátiles con grupos locales que interpretan desde música tropical hasta baladas pop y rock latino, haciendo del festival una experiencia viva, que se adapta a cada visitante. La música no es solo banda sonora del evento, es motor de energía y celebración, acompañando cada instante del espectáculo.
Uno de los grandes atractivos es, sin duda, la exposición gastronómica, una muestra que celebra lo mejor de la cocina colimense. En los stands frente al mar, los asistentes podrán degustar tostadas de ceviche colimote, aguachile, pescado zarandeado, camarones al ajillo, tacos de marlín, sopitos y tatemado, entre otras delicias regionales. Para quienes buscan refrescarse, destacan bebidas tradicionales como el tejuino, la tuba, el bate y los ponches artesanales, herencia viva de la identidad local.
Lo más importante: todas las actividades y el vuelo de papalotes son completamente gratuitas, lo que convierte al Festival Costero del Papalote en un evento inclusivo, pensado para todos los públicos, tanto locales como visitantes.
Playa Azul, el nuevo epicentro de la tradición
El cambio de sede a Playa Azul marca un nuevo capítulo para este festival costero. Esta playa, conocida por su extensión, accesibilidad y ubicación estratégica dentro del malecón, permite una mayor capacidad de aforo y mejores condiciones logísticas para la seguridad y comodidad de los asistentes. Con áreas designadas para la instalación de papalotes, zonas de picnic, escenarios musicales y venta de alimentos, la experiencia se vuelve más concentrada y envolvente.
El evento, organizado con el respaldo de la Secretaría de Turismo de Colima, también tiene como objetivo fortalecer la identidad regional y dinamizar la economía local, incentivando el turismo familiar y de bajo impacto. Cada año, el festival ha ido creciendo en alcance y asistencia, convirtiéndose en uno de los eventos más esperados del calendario turístico estatal.