La actriz impone elegancia relajada en el photocall del festival, confirmando que la sofisticación discreta de los años 90 es la gran tendencia del verano
En el contexto del Festival de Cannes 2025, la elegancia no se limita a la alfombra roja. El photocall, ese primer gran momento frente a las cámaras donde las celebridades revelan su estilo sin los códigos formales del gran estreno, se ha convertido en una pasarela de declaraciones estilísticas más sutiles pero igual de poderosas. Y nadie lo entendió mejor que Dakota Johnson, quien reivindicó el regreso del minimalismo noventero con un look firmado por Gucci que equilibró nostalgia, modernidad y una sofisticación sin esfuerzo.
Vestido y sandalias: menos es más
La actriz apareció con un vestido de silueta simple pero perfectamente estructurada, en una tela fluida que seguía las líneas del cuerpo sin necesidad de ornamentos. El tono neutro, en línea con las paletas características de los 90, proyectaba una estética pulida y contemporánea, ideal para la luz natural del Mediterráneo y el ambiente relajado del photocall.
El detalle maestro estuvo en los accesorios: unas sandalias de tiras cruzadas, también de Gucci, que se convierten automáticamente en uno de los zapatos del verano. Finas, sutiles, sin plataforma y con inspiración directa en las editoriales de moda de hace tres décadas, las sandalias remiten a la sensualidad contenida y la elegancia funcional que marcaron la década de 1990.
Una alianza consolidada con Gucci
Dakota Johnson no solo vistió Gucci: ella es Gucci. Desde hace más de una década, la actriz ha forjado una relación profunda con la casa italiana, siendo embajadora oficial, rostro de campañas globales y musa constante de la visión creativa de la firma. Su presencia en Cannes es una continuación natural de esta alianza, pero también un recordatorio de que el verdadero estilo se construye con constancia, identidad y confianza.
El poder de lo simple
En tiempos donde la moda tiende a la exuberancia o a los excesos estéticos, Dakota ofrece una alternativa refrescante: el poder de lo simple bien ejecutado. Su vestido no necesitó bordados, transparencias ni volúmenes dramáticos para impactar. En cambio, apostó por líneas limpias, texturas suaves y un lenguaje corporal relajado pero firme, en sintonía total con la arquitectura visual de Gucci y con el espíritu sofisticado de Cannes.
La tendencia del verano: nostalgia noventera con intención
Lo que Dakota Johnson propone desde Cannes va más allá de un estilismo puntual: es una declaración de tendencia. El minimalismo de los años 90 con sus vestidos columna, paletas neutras, tirantes finos y sandalias discretas vuelve como respuesta estética a una época de ruido visual y moda maximalista.
Esta tendencia se alinea con lo que ya se ha visto en pasarelas como las de The Row, Jil Sander, Miu Miu y Bottega Veneta, donde el foco está en la calidad del corte, el equilibrio visual y la sofisticación sin alarde. Dakota, como portavoz de este lenguaje, demuestra que menos sigue siendo más, pero solo cuando se elige con intención.