La presidenta de México anuncia el fortalecimiento histórico de la política social como motor de bienestar y justicia, con apoyos sin intermediarios que transforman vidas y reactivan la economía desde abajo
La presidenta Claudia Sheinbaum anunció que para el año 2026, el Gobierno de México proyecta una inversión social sin precedentes de hasta un billón de pesos, destinados de manera directa a cerca de 30 millones de familias mexicanas, sin intermediarios ni estructuras clientelares. Esta cifra representa el compromiso más ambicioso del país con la justicia social, la equidad y el crecimiento económico con base popular.
“Esa inversión no solo cambia la vida de las personas; transforma también la economía del país. Durante muchos años, el dinero público se concentraba en unos cuantos. Hoy llega directo al pueblo”, declaró Sheinbaum.
Un modelo de redistribución que dignifica y activa la economía
Actualmente, la inversión en programas sociales alcanza los 850 mil millones de pesos, lo que ha permitido consolidar iniciativas clave como las pensiones para adultos mayores, apoyos a personas con discapacidad, becas educativas y programas productivos. La proyección para 2026 busca elevar esta cifra a un billón, fortaleciendo el modelo de redistribución directa que ha sido la base de la transformación social del país en los últimos años.
El objetivo, explicó la mandataria, es seguir garantizando que las familias más vulnerables cuenten con un ingreso básico, mientras se dinamiza la economía desde lo local, generando consumo, empleo y desarrollo con arraigo territorial.
“La Clínica es Nuestra”: salud con inversión y participación comunitaria
En el marco de este anuncio, el director general del IMSS Bienestar, Alejandro Svarch Pérez, informó que uno de los programas prioritarios para 2026 será “La Clínica es Nuestra”, que recibirá una inversión de 4,707 millones de pesos para fortalecer 8,672 clínicas en todo el país.
Estas unidades, que cuentan con entre uno y 12 consultorios, se beneficiarán con recursos destinados directamente a los Comités de Salud comunitarios, quienes decidirán en qué se aplicarán los fondos: infraestructura, equipamiento, insumos o mantenimiento.
Este modelo no solo mejora la calidad de la atención médica, también empodera a las comunidades, haciendo de la salud un derecho gestionado con participación social y corresponsabilidad ciudadana.
Un nuevo pacto social con rostro humano
La estrategia planteada por la presidenta Sheinbaum para los próximos años no es solo una política de gasto: es una visión de país, basada en la premisa de que el bienestar colectivo y el crecimiento económico no son opuestos, sino complementarios. Al eliminar intermediarios y canalizar recursos directamente al pueblo, el Gobierno de México busca construir un nuevo pacto social centrado en la dignidad, la equidad y la inclusión.
Con esta propuesta, se consolida un camino de transformación estructural que coloca a las personas en el centro del desarrollo y reconoce a los programas sociales como una inversión de futuro, no como un gasto asistencialista.