Donald Trump se encuentra en una etapa clave de la negociación para lograr un cese al fuego en la guerra entre Ucrania y Rusia. Tras una reunión nocturna en Moscú entre Steve Witkoff, enviado especial de la Casa Blanca, y el presidente ruso Vladimir Putin, el líder estadounidense calificó las conversaciones como «muy buenas y productivas», destacando la posibilidad de alcanzar una tregua que ponga fin al conflicto bélico.
Las exigencias de Putin para una tregua inmediata
Durante el encuentro, Putin presentó un pliego de condiciones que, según Moscú, son indispensables para la firma de un acuerdo de paz. Las principales exigencias incluyen:
- La prohibición del ingreso de Ucrania a la OTAN.
- La negativa a que miembros de la OTAN desplieguen tropas en territorio ucraniano, incluso bajo misiones de paz.
- La suspensión del suministro de armas e inteligencia a Ucrania por parte de Estados Unidos y la OTAN.
- La retirada de tropas ucranianas del territorio ruso de Kurst, ocupado por Ucrania en 2024.
- La cesión de la soberanía ucraniana sobre las zonas ocupadas por Rusia.
- La creación de un mecanismo de monitoreo en la frontera para garantizar la vigilancia de la tregua.
- El establecimiento de un sistema para el intercambio de prisioneros, incluidos mujeres y niños.
Estas condiciones colocan a Trump en una compleja encrucijada diplomática. La resistencia de Ucrania, encabezada por el presidente Volodimir Zelenski, y la oposición de líderes europeos como Emmanuel Macron y Keir Starmer, primer ministro británico, complican la posibilidad de aceptar las propuestas del Kremlin.
Una decisión clave para la geopolítica global
El próximo paso de Trump será reunirse con su gabinete de seguridad, conformado por JD. Vance, vicepresidente de Estados Unidos; Mike Waltz, consejero de Seguridad Nacional; Marco Rubio, secretario de Estado, y Steve Witkoff. En este encuentro, se evaluarán los detalles del informe recibido y se definirán los ajustes necesarios en la postura diplomática de Washington.
Posteriormente, Trump planea iniciar una ronda de consultas estratégicas con Zelenski, Macron y Starmer, antes de realizar una llamada directa a Putin a través del canal diplomático de la Casa Blanca.
Un proceso bajo la sombra del escepticismo
La cautela predomina en las capitales europeas. La reiteración de Putin sobre la necesidad de «reconocer las causas profundas de esta crisis» ha sido interpretada como una justificación para la invasión a Ucrania, argumentando razones históricas y territoriales que continúan generando tensiones en la región.
El escepticismo se fundamenta en la historia reciente, marcada por el incumplimiento de acuerdos previos por parte del Kremlin, como los Protocolos de Minsk. Por ello, la disposición de Europa y Ucrania a firmar una tregua se encuentra en duda, en tanto se teme que Rusia no honre los acuerdos alcanzados.
Expectativas en Moscú y Washington
Mientras Witkoff regresa a Washington para detallar su informe, el Kremlin espera la definición de Trump para avanzar en la conversación directa entre ambos líderes. Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, confirmó el interés de Moscú en avanzar en las negociaciones. «Después de que Steve Witkoff transmita toda la información a su jefe de Estado, determinaremos el momento de la conversación. Ambas partes entienden que dicha conversación es necesaria», afirmó.
La resolución de este complejo proceso diplomático definirá el curso de la guerra y tendrá profundas implicaciones en la estabilidad geopolítica mundial. Las próximas semanas serán determinantes para conocer si es posible alcanzar un acuerdo de paz que detenga la escalada del conflicto en Europa del Este.