Jenna Ortega revive uno de los vestidos más icónicos de Sexo en Nueva York con un guiño magistral a la moda de los 2000

Durante el estreno de Hurry Up Tomorrow, la actriz rinde homenaje al legendario diseño de periódico de John Galliano que Sarah Jessica Parker inmortalizó como Carrie Bradshaw

Hay prendas que trascienden el tiempo, que no se rigen por temporadas, y que logran, con una sola aparición, convertirse en emblemas culturales. Eso ocurrió con el vestido de periódico que Sarah Jessica Parker lució como Carrie Bradshaw en Sexo en Nueva York, un diseño audaz de John Galliano para Christian Dior que desde su debut en la pasarela Otoño/Invierno 2000 nunca dejó de ser relevante. Y ahora, más de dos décadas después, Jenna Ortega lo trae de vuelta, demostrando que las piezas legendarias no solo sobreviven, sino que se reafirman en las nuevas generaciones con una fuerza renovada.

Fue en el estreno de Hurry Up Tomorrow, su nueva película en colaboración con The Weeknd, donde la actriz deslumbró a todos. Aunque el thriller musical ligado al sexto álbum del cantante canadiense acaparaba titulares, el verdadero momento viral de la noche lo protagonizó Jenna al aparecer sobre la alfombra roja con un vestido corto, lencero, estampado con titulares en blanco y negro, exactamente como el que popularizó Bradshaw en la serie que definió el armario femenino de los 2000.

Este look no fue una elección casual. Fue una declaración de estilo con múltiples capas de significado: un homenaje consciente a una era, un guiño a un personaje que marcó a una generación, y una afirmación de que la moda, cuando es auténtica, no necesita presentaciones. En su versión, Ortega respetó la esencia del original y le imprimió un aire fresco, mostrando cómo las nuevas estrellas reinterpretan el legado estilístico con identidad propia.

El regreso de una leyenda

Diseñado por John Galliano para Dior, el vestido de periódico se presentó originalmente en la Semana de la Moda de París del año 2000. Galliano siempre provocador utilizó la iconografía impresa para cuestionar la relación entre medios, celebridad y moda. Pero fue Patricia Field, la legendaria estilista de Sexo en Nueva York, quien convirtió esa prenda en historia de la televisión y de la cultura pop.

En una de las escenas más recordadas de la serie, Carrie Bradshaw aparece con ese mismo slip dress en las escaleras de su icónico apartamento en el West Village. La imagen se volvió una postal generacional: la escritora neoyorquina con zapatos imposibles, bolso con flecos y un vestido que hablaba, literalmente, por sí solo.

Hoy, Jenna Ortega recoge ese testigo con maestría. Su interpretación del look no solo respeta el diseño original, sino que lo hace dialogar con los códigos contemporáneos. La combinación de accesorios discretos, maquillaje natural y actitud segura refleja el equilibrio perfecto entre nostalgia y modernidad.

¿Por qué el vestido de periódico sigue fascinando?

Más allá de su valor estético, el vestido representa una forma de expresión editorial: es moda que comunica, que denuncia, que se lee. En un mundo saturado de estímulos visuales, vestir palabras impresas como titulares recortados sobre un cuerpo que se mueve tiene una fuerza simbólica innegable. Es una forma de contar historias sin hablar, de mirar hacia atrás con orgullo y hacia adelante con estilo.

Que Jenna Ortega lo lleve en este momento específico, cuando la estética Y2K está en plena ebullición, no es coincidencia. Las nuevas generaciones han redescubierto en los 2000 una fuente inagotable de inspiración: tops de malla, pantalones cargo, zapatillas chunky, y por supuesto, vestidos que alguna vez definieron el guardarropa de figuras como Paris Hilton, Britney Spears o la propia Carrie.

El retorno de esta prenda confirma que la moda es cíclica, pero también selectiva: no todo vuelve, solo lo que tiene poder emocional, narrativo y estético.

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