De los íconos de los 60 a los grandes diseñadores mexicanos, la moda actual recupera símbolos de poder, rebeldía y elegancia.
En los años sesenta, Brigitte Bardot y Twiggy rompían esquemas no solo con sus ideas, sino con su estilo. Las botas de colores, altas y atrevidas, eran mucho más que un accesorio: eran una declaración de independencia frente a los códigos conservadores de su época. Hoy, ese mismo espíritu vuelve a las pasarelas más importantes del mundo, incluido México.
En la temporada Primavera-Verano 2025, diseñadores como Ester Manas, Prada y Normando reinterpretan las botas coloridas con una visión moderna y poderosa: desde los tonos verde slouchy combinados con transparencias, hasta los audaces modelos vaqueros en naranja brillante o el borgoña profundo que enmarca siluetas asimétricas. Las botas no solo regresan, se reinventan como protagonistas de un guardarropa que desafía lo tradicional.
Mientras tanto, en México, la moda avanza con paso firme y personalidad única. La Semana de la Moda 2025 ofreció un retrato vibrante del talento nacional. Raquel Orozco abrió con una colección nupcial cargada de piezas escultóricas y bordados florales, mientras Sandra Weil propuso una visión mítica y femenina con referencias medievales. Abel López exploró la nostalgia del retrofuturismo en tonos cálidos, y Julia y Renata dominaron con transparencias y plisados sin límites visibles.
Francisco Cancino cerró su tetralogía sobre la Ciudad de México con una colección inspirada en Tlatelolco, rica en referencias culturales y colores vibrantes. Alfredo Martínez, por su parte, rindió homenaje a la exuberancia de Sasha Montenegro, con una colección poderosa en blanco, negro y tonos tierra. Finalmente, Carla Fernández sorprendió con “Diva”, una celebración del glam musical a través de siluetas arriesgadas inspiradas en íconos como David Bowie, Cher y Juan Gabriel.
Esta sinergia entre vanguardia global y diseño nacional demuestra que México no solo sigue las tendencias: las reinventa desde su esencia, conectando pasado, presente y futuro. En 2025, las botas coloridas no son una moda pasajera. Son una forma de caminar con seguridad hacia adelante, tal como lo hace la industria mexicana.
