En una era en la que lo digital domina nuestras rutinas, el Centro de Cultura Digital (CCD) propone una pausa necesaria: una experiencia de 24 horas de desconexión total en el corazón del Bosque de Chapultepec. Este evento, titulado «Ética de las máquinas: 24 horas de desconexión», no es simplemente una actividad cultural más. Es un llamado urgente a volver al cuerpo, al sonido, a la naturaleza y a la reflexión consciente sobre cómo nos vinculamos con la tecnología.
El encuentro, programado para los días 6 y 7 de junio de 2025, está pensado para un grupo reducido de 60 personas que estarán dispuestas a dejar sus dispositivos y sumergirse en una experiencia sensorial y creativa. La sede será la Primera Sección del Bosque de Chapultepec, un espacio emblemático que ha sido testigo de siglos de historia, y que ahora será el escenario de una reconexión profunda con lo esencial.
La programación del evento está dividida en varias sesiones, diseñadas para activar los sentidos, fomentar la introspección y cuestionar nuestro uso cotidiano de las tecnologías digitales. La primera parte incluye una charla reflexiva sobre la ansiedad y el agotamiento digital que muchos experimentan sin siquiera notarlo. Este espacio de diálogo pretende brindar un respiro, una pausa mental, y sembrar la semilla para una relación más sana con nuestros dispositivos.
Uno de los momentos más esperados es la caminata sensorial nocturna guiada por Ana Cecilia Medina y Andrea Ramírez. Esta actividad invita a los participantes a caminar entre los árboles, prestar atención al crujir de las hojas, al aroma de la tierra húmeda y al ritmo natural del bosque, ese que rara vez notamos cuando estamos sumergidos en pantallas. Es una experiencia corporal, casi meditativa, que devuelve el protagonismo al cuerpo y al entorno.
Al día siguiente, el sábado, se llevarán a cabo diversos talleres, entre ellos uno de haiku y otro de cartas de amor escultóricas. Estas actividades artísticas buscan canalizar las emociones y pensamientos que surgen al estar desconectados. Al escribir un poema breve o al moldear una carta como escultura, los participantes tendrán la oportunidad de transformar su experiencia en algo tangible, alejados del bullicio digital.
El objetivo de esta jornada no es rechazar la tecnología, sino cuestionarla. ¿Cómo nos relacionamos con nuestros dispositivos? ¿Cómo podemos establecer una interacción más consciente con ellos? Estas son algunas de las preguntas que se buscan poner sobre la mesa. La idea es abrir la puerta a otras formas de existencia que no estén mediadas por algoritmos, likes o notificaciones constantes.
El evento también tiene un componente inclusivo: aunque está diseñado para quienes puedan participar en la experiencia completa de 24 horas, también es posible inscribirse solo a ciertas actividades. La inscripción es gratuita y puede realizarse en la página oficial del CCD, donde también se encuentra el programa detallado.
En un contexto donde el agotamiento digital se ha convertido en una problemática global, propuestas como esta adquieren un carácter urgente. Diversos estudios han demostrado que el uso excesivo de tecnología puede tener efectos negativos en la salud mental, la concentración, el sueño e incluso las relaciones interpersonales. Desconectarse, aunque sea por unas horas, puede ser un acto de resistencia, un gesto de cuidado personal y comunitario.
Chapultepec, con su riqueza natural y su historia, es el lugar perfecto para esta experiencia. Al caminar por sus senderos, respirar su aire puro y contemplar sus paisajes, es posible recordar que la vida existe más allá de la conexión Wi-Fi. Y que, a veces, todo lo que necesitamos es detenernos, escuchar y sentir.
«Ética de las máquinas» es una invitación abierta a repensar nuestras prácticas digitales. Es una oportunidad para regresar a lo básico, a lo esencial, a eso que el ritmo acelerado de la tecnología ha dejado en segundo plano. En tiempos donde todo parece medido por la eficiencia y la productividad, este evento nos recuerda que el descanso, la contemplación y la presencia también son formas de sabiduría.
Si estás buscando una experiencia transformadora, que te permita desconectarte para reconectarte con lo que importa, esta podría ser tu oportunidad. El Bosque de Chapultepec te espera, con sus árboles, sus sombras, sus silencios, y la promesa de una nueva forma de mirar el mundo.
La desconexión no es una pérdida, es un hallazgo. Y tal vez, en medio de esa pausa, encuentres algo que habías olvidado: a ti mismo.
