Impulsado por el Tren Maya y una visión integradora, este Pueblo Mágico se consolida como nuevo epicentro del turismo cultural, gastronómico y sostenible en Yucatán.
La esencia profunda de Yucatán late con fuerza en Valladolid. Bajo el impulso del programa Renacimiento Maya, promovido por el gobernador Joaquín Díaz Mena y respaldado por la operación del Tren Maya, este emblemático Pueblo Mágico se transforma en uno de los destinos turísticos más vibrantes del sureste mexicano. Hoy, Valladolid ya no es solo una escala: es un destino en sí mismo, con alma propia, historia viva y futuro prometedor.
Con una infraestructura sólida que incluye 97 hoteles, 1,711 habitaciones y 125 restaurantes, además de mercados, guías certificados y experiencias únicas, la ciudad atrae a viajeros en busca de autenticidad, sabores con raíces y belleza natural. La apuesta es clara: elevar la estadía, multiplicar los beneficios económicos y hacer del turismo una herramienta de transformación social.
Un crecimiento tangible
Entre enero y marzo de 2025, casi 80 mil turistas con pernocta visitaron Valladolid. La cifra supera con creces las expectativas de años anteriores, consolidando un crecimiento sostenido. En 2024, fueron más de 280 mil los visitantes que decidieron quedarse al menos una noche en esta ciudad colonial de puertas coloridas y plazas con alma.
Este avance responde no solo a la estrategia gubernamental, sino a una suma de esfuerzos entre la Secretaría de Fomento Turístico, el Ayuntamiento local y actores del sector privado, comprometidos con un modelo turístico sostenible y de alto valor.
El Tren Maya: viaje al corazón del Mayab
Como símbolo del nuevo turismo ferroviario mexicano, el Tren Maya se convierte en puerta de entrada a una experiencia transformadora. En coordinación con la estación Valladolid y autoridades locales, más de 30 representantes del sector turístico nacional participaron en un viaje de familiarización que dejó claro el potencial del destino.
Desde la estación Mérida–Teya, los invitados viajaron a Valladolid para recorrer su centro histórico, disfrutar del Turibús y degustar sabores emblemáticos como el mechado yucateco, preparado por el chef Alejandro Aguilar en su afamado restaurante La Palapita de los Tamales. Este platillo, lleno de memoria y sazón local, formó parte de la propuesta gastronómica que le valió a la ciudad el Premio Mágico México 2025 en la categoría de Turismo Gastronómico, durante el Tianguis Turístico celebrado en Rosarito, Baja California.
Ventaja geográfica, alma propia
Valladolid goza de una ubicación estratégica, conectada a tres aeropuertos internacionales: Tulum, Cancún y Chichén Itzá. Su cercanía con una de las nuevas maravillas del mundo moderno, Chichén Itzá, permite atraer excursionistas desde la Riviera Maya y convertirlos en viajeros que pernoctan y exploran más allá de lo obvio.
En marzo de 2025, Chichén Itzá recibió más de 200 mil visitantes. Valladolid, a solo unos minutos de distancia, capitaliza esa afluencia y se proyecta como un destino complementario con alma propia. A ello se suma una red de cenotes, reservas naturales, playas vírgenes y pueblos con historia que hacen de la región un mosaico irresistible.